\"El deseo nació en este infierno de silencio.
Fue soberano. Inapelable.\"
M. Duras

Fue un acierto aquel abismo
el adviento de lo incierto

Y la seda ajada del olvido;
arco que tensado en despedida
desprendió lo ausente de su nombre

Y disparó al amor tras lo que falta.
Sin el hombre, lo humano acontecido:
un último desposeimiento
en la traición del óleo ungido,
fatigas de un hiato que no cesa
de extremar lejanías y liar

El deseo a la extrañeza.

Fabián Sacnún
Diciembre, 1998

Cuántos pasos para avanzar apenas
apenas nada si aún tus penas
enmudecen prietas al borde huella.

Y no hay pena que pene silenciosamente,
sólo palabras que se alojan siempre
tan ajenas y en la aljaba equivocada.

Cuánto tiempo para recordar apenas
apenas nada si aún tus penas
tutelan su embrión falseando el nido.

Y no hay pena que espere rememorarse,
sino insepultas rémoras que día a día
mudan de una a otra alegoría.

Fabiana Sacnún

Junio, 2001

Poética de la Multitud
Fabiana Sacnún

La imaginación no arribó al poder aún... pero desde el Mayo francés hasta el 19 y 20 argentino, siempre ha sido la imaginación y su potencia creadora lo que ha sostenido las resistencias populares y las diferentes estéticas con que puede expresarse una misma ética.
Porque el mundo es apenas el mundo que podemos representarnos, y entre nosotros y nuestras representaciones... un hiato que nos somete a la metáfora pero que no se clausura en ella.
Hay una \"gramática de las multitudes\", pero hay también una poética de las multitudes, un arte de decir y expresarse más allá de los estados de sitio... allí donde la imaginación no puede ser sitiada ni colonizada, la multitud escribe su historia, que nunca es la historia del espontaneísmo, sino la espontánea creación de lo que en las raíces del deseo y en el centro de las desesperaciones se ha ido entramando, creación que no habla con la voz inteligible un texto, sino con variada mixtura de la metáfora y su multiplicidad interpretativa.
Escritura poética y en palimpsesto la de aquellos días, superposición de voces y reclamos, de estilos y de ruidos, que supieron prescindir de la métrica y adscribir al verso libre con un decir, que se quiere libre aunque no siempre sea en verdad liberador.
Una escritura metafórica que no puede ser capturada por las racionalidades de turno ni de moda, una escritura que también se escribió con sangre e hizo de su propio cuerpo el cuerpo de un poema, en la más brutal cancelación de la metáfora, la muerte.
Murieron decenas de argentinos por aquellos días y al cabo de dos años muchas voces más se silenciaron y otros versos, se escribieron sobre lo escrito. Pero al igual que aquellas antiguas escrituras sobre la piedra, hay un registro que no será perdido y hay un trabajo que, más que de arqueólogos es de artistas, el de seguir leyendo aquel poema y seguir escribiéndolo aún, sin comprender todos los sentidos.

Fabiana Sacnún
[email protected]
Diciembre de 2003.