Música Para el Alma de Argentina es un proyecto solidario de músicos de diferentes orquestas sinfónicas y cantantes de coro y solistas, quienes sentimos la necesidad de acercar nuestra actividad a hospitales, escuelas de educación especial, geriátricos, donde acompañamos con nuestra música a personas que pasan por situaciones de vida difíciles, estableciendo un contacto humano con una intensidad especial que nos acerca a la esencia por la cual elegimos esta actividad.
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Querría compartir algunas reflexiones y pensamientos que se me cruzaron durante el hermoso concierto que realizamos ayer (10 de diciembre de 2012 en el Instituto para no videntes Román Rosell de San Isidro):
Aparte de la emoción que todos compartimos por el concierto en sí mismo, pude ver un entusiasmo y una alegría muy grande desde que salimos con el micro, y recordé cuando de chicos "ibamos de excursión" con la escuela; con esas ganas de compartir y de vivir una exeriencia distinta y emocionante.
Contrastando con esto, me viene a la memoria, que cuando salimos de gira en micro en nuestras orquestas profesionales, no recuerdo risas, ni alegría; sino más bien la "seriedad" o el "tener que cumplir" con "nuestro trabajo".
Quizá algunos (no todos) van perdiendo el entusiasmo inicial por un trabajo que aparte de ser único, hermoso y privilegiado; lleva paz y armonía a mucha gente que con lo que hacemos se olvida un poco de sus problemas cotidianos y se dedica simplemente a disfrutar de este arte tan maravilloso que es la música.
Y eso me movió a pensar en cual es nuestra verdadera función como músicos, y quizá "música del alma" nos proporcione una respuesta para recuparar esa alegría, entrega y pasión por la profesión que hemos elegido.
¿Y cual es entonces la diferencia?..¿en donde radica el secreto?...quizá en acercarnos a gente que por una razón u otra no puede concurrir a los lugares tradicionales de concierto, quizá porque no existe el "cuando se paga" y la "factura"; quizá porque sea un DAR sin esperar nada a cambio, y que ese cambio sea la alegría y emoción de quienes nos reciben; y por sobre todo lo que podamos aprender de los lugares a los cuales llegamos.
Ayer pude ver también que mientras los gobernantes de turno se pelean y pierden su tiempo para ver quien puede perjudicar más al otro, hay otro grupo de seres interesados en recatar los valores que en la sociedad y en el mundo se están perdiendo: entrega, solidaridad, rescatar a los marginados, hacer algo útil en lugar de hablar y discutir en pos de una Argentina futura que no ve, ni le interesa ver, los verdaderos problemas por las cuales pasan muchas personas que necesitan que se hable menos y que se haga más.
Eso sentí con el maestro de guitarra y sus niños de la Cava, con la profesora de pintura que enseña a los ciegos; y con mucha gente que sin hacer alaracas colabora y da de su tiempo en este y otros lugares que hemos tocado; toda gente anónima, pequeña, pero MUY GRANDE en sus valores humanos.
Siento una profunda admiración por todos ellos y una gran alegría por poder brindar lo que mejor sabemos hacer "de otra forma" que la habitual; de una forma que quizá sea recordatoria de cual es nuestra verdadera función como músicos sin desconocer que vivimos de nuestra profesión y de nuestras orquestas tradicionales.
Felicito a Jorge (Bergero, chelista) con todo mi corazón, porque "Musica para el Alma" va creciendo y el es su gestor y mentor...y su esfuerzo se ve en que cada vez hay más gente que se suma a este emprendimiento; ayer el coro, los bronces, flautas, clarinetes y solistas vocales e instrumentales se agregaron, diciendo que Sí, a esta nueva manera de hacer de nuestra labor; algo útil, bello y noble para todos.
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