¿Qué estaban haciendo el 24 de marzo de 1976?

Lucrecia Bullrich

Publicado el: 24/03/06

    


Diferentes personalidades de la política y organizaciones de derechos humanos comparten con nosotros sus vivencias de aquel fatídico día.

 

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?Tuvimos que irnos de casa?

?Cuando a nosotros nos avisa un compañero el día 22 que ya estaba decidido el golpe y que venía una ola de secuestros muy importante en La Plata, recibimos la instrucción de cambiar de domicilio. Con Cristina, junto con otra pareja, fuimos a una pensión muy humilde, a dos cuadras del distrito de La Plata, a pasar la noche del 24. Dejé la radio prendida y cuando escuchamos las marchas militares obviamente empezamos a buscar cómo ir sobreviviendo. En abril, el papá de Cristina nos prestó una casa en City Bell. Ellos vivían con nosotros en la misma casa y nosotros teníamos un acuerdo de que cualquier cosa había que soportar 48 horas para poder buscar otros rumbos.?

Kirchner
Presidente de la Nación

?Ese fue el día más aciago?

?Ha pasado tanto tiempo que ya no recuerdo qué estaba haciendo ese fatídico 24 de marzo de 1976. Lo que sí recuerdo perfectamente es que esa noche no volví a mi casa a dormir ante el temor de qué podía pasar. Pernocté en la casa de un amigo. El golpe se veía venir desde hacía algún tiempo. Desde mi partido hicimos todo lo que pudimos para evitarlo. Pero las circunstancias eran de tal magnitud que no se pudo detener la maquinaria del golpe. Ese fue el día más aciago de la historia reciente del país, fecha que se recordará con tristeza y dolor durante varias generaciones, pero que es de suma importancia que permanezca en la memoria colectiva.?

Alfonsín
Ex presidente de la Nación

?Supe que era una tragedia?

?En ese entonces yo era senador nacional. El 24 de marzo de 1976 nos encontramos en la Casa Radical, en la calle Alsina, con Ricardo Balbín y Carlos Perette.

?Recuerdo que unos días antes me había impactado una declaración del senador Humberto Martiarena [ex secretario general del justicialismo] que dijo que «el gobierno [de María Estela Martínez de Perón] pagaba 2,10», en un irónico diagnóstico turfístico sobre la situación.

?Sentí incertidumbre y supe que lo que venía sería una tragedia.

?Se sabía de la gravedad del episodio, pero no cuánto afectaría a los derechos humanos y a los partidos.?

De la Rúa
Ex presidente de la Nación

?La noticia no me sorprendió?

?Escuché la noticia [del golpe militar del 24 de marzo de 1976] en casa de quien sería mi mujer, con quien después me casé.

?No me sorprendió. La gente en la calle creía que llegaban el orden y la transparencia, en especial en la cuestión de la represión.

?Había un cierto alivio en el centro de la ciudad.

?En los siguientes días, cada contacto que tuve con un militante político ratificaría lo que presentía con enorme angustia.

?La frase, espeluznante, me fue dicha un mes más tarde y describía la nueva realidad: «Poco paredón, mucho callejón».?

F. Solá
Gobernador de Buenos Aires

?Fue criminal la metodología?

?Estaba en Lima, Perú, realizando un curso en la Escuela Superior de Guerra. Pese a ser un golpe anunciado mediáticamente, al llegar a la Escuela de Guerra me informó sobre el mismo telefónicamente el agregado militar argentino en Perú. La distancia acrecentó la tristeza ante una nueva tropelía contra la Constitución nacional. Conociendo a quienes se hacían cargo del país no me resultó difícil avizorar lo que sobrevendría. Pero ese día no imaginé la criminal y sistemática metodología, verdadera cacería humana, que el Estado adoptaría. Generales se autoasignaron el rol de salvadores de la Patria, cuando en rigor sólo constituían una gavilla usurpadora del poder. Así nos fue.?

M. Balza
Ex jefe del Ejército Argentino

"Llamaba gente desesperada"

"Estuve todo el día con mis compañeros y con mi hijo mayor, Leonardo, de 16 años en aquel momento, en las oficinas del Serpaj, en México 630, atentos a los comunicados hasta la noche. Tratamos de seguir con nuestra tarea cotidiana.

"Las violaciones de los derechos humanos ya habían comenzado, así que estuvimos atendiendo a quienes venían a pedir asesoramiento sobre cómo hacer un hábeas corpus. Era gente desesperada que no encontraba ningún canal que los contuviera. Recuerdo que el 24 de marzo de 1976 me llamaron de organismos de derechos humanos de todo el mundo para saber qué estaba pasando. Después vino la escalada de horror."

A. P. Esquivel
Premio Nobel de la Paz

?Nos encontró prevenidos?

"En esos días yo ejercía como directora de una escuela primaria en La Plata. El golpe nos encontró prevenidos por la militancia de mis dos hijas [Claudia y Laura, la última, asesinada por la dictadura]. Ellas nos iban anunciando que venían tiempos muy difíciles y el 24 eso quedó confirmado. Recuerdo ese día como una jornada de pesadumbre y mucha preocupación. También que nos llamaron algunas amistades alegrándose y nosotros convencidos de que no había de qué alegrarse porque comenzaba la barbarie. Seguí trabajando en la escuela hasta jubilarme, el 30 de agosto de 1978, dos días después de haber enterrado a Laura sin conocer al nieto que todavía estoy buscando."

E. Carlotto
Abuelas de Plaza de Mayo

?Tuve que quemar libros?

"Tenía 22 años. El 24 de marzo de 1976 estaba trabajando en una fábrica metalúrgica en Villa Ballester.

"Me enteré recién al mediodía, cuando salí a comer a la vereda con mis compañeros y uno de ellos dijo que había empezado el golpe.

"Lo primero de lo que me acordé fue de un viaje que había hecho tres años antes a Chile como voluntario del Partido Socialista de los Trabajadores, donde me metieron preso.

"No sabia qué hacer. En un primer momento no supe de instancias de resistencia.

"Recuerdo con mucha tristeza la cantidad de libros que tuve que quemar."

R. Castells
Jefe del grupo piquetero MIJD

?Trabajaba de periodista?

"Trabajaba como periodista en el número cero de una revista política que nunca llegó a publicarse. Estaba de licencia en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y unos meses más tarde, a pesar de estar embarazada, me declararon prescindible porque había sido delegada sindical. Acostumbrados a los golpes militares, pensábamos que no sería sustancialmente distinto del terror que ya vivíamos con la Triple A. Recién el 25 de marzo de 1977, al desaparecer mi padre, Rodolfo Walsh, y con una copia en mi poder de su Carta Abierta a la Junta, que debía resguardar a cualquier precio, pero también hacerla leer, comprendí que se estaba consumando lo que él llamó la gran masacre."

P. Walsh
Ex diputada de Izquierda Unida

?Debí dejar la docencia?

"Vivía con mi familia en Luis Guillón y trabajaba en una oficina técnica del Ministerio de Economía en la Capital y en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata. El 24 me enteré de la mala noticia por la radio, alrededor de las 5 de la mañana, cuando me desperté, como todos los días, para tomar el tren a Capital. Una de las imágenes que recuerdo con más tristeza, de las que me golpearon de cerca, se produjo a pocos días de ocurrido el golpe, cuando tuve que abandonar mi puesto de profesor adjunto en la cátedra que encabezaba Adolfo Sturzenegger en la Universidad de La Plata. La materia que dictábamos era Teoría Marxista de la Acumulación."

R. L. Murphy
Presidente del partido Recrear


Producción y entrevistas: Lucrecia Bullrich
Fuente LANACION.COM



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