La ideología es una práctica

Por Angel Estigarribia

Publicado el: 05/10/10

    


Desde el marxismo se ha generado toda una doctrina sobre el problema de las clases sociales. No existe en primer lugar individuo y luego la relación entre individuos, sino al revés, la relación social es la que hace al individuo. Así, somos productos de la circunstancias sociales en la que nos toca vivir, pero al mismo tiempo, son las personas concretas las que modifican las circunstancias (Marx, 1974c p. 7). Los individuos modifican las circunstancias motivados no siempre conscientemente sino movidos por intereses profundos y como parte de sujetos sociales.

 

                                                                Facebook    




La ideología es una práctica

Por Angel Estigarribia

Introducción

Desde el marxismo se ha generado toda una doctrina sobre el problema de las clases sociales. No existe en primer lugar individuo y luego la relación entre individuos, sino al revés, la relación social es la que hace al individuo. Así, somos productos de la circunstancias sociales en la que nos toca vivir, pero al mismo tiempo, son las personas concretas las que modifican las circunstancias (Marx, 1974c p. 7). Los individuos modifican las circunstancias motivados no siempre conscientemente sino movidos por intereses profundos y como parte de sujetos sociales.

Los intereses fundamentales están determinados por la posición que el individuo ocupa en la estructura social, la que a su vez se determina por la relación con los medios de producción. Esta ubicación es la que se llama posición de clase y desde la misma se construye una cosmovisión sobre la realidad y las relaciones sociales. En ese sentido existe una visión burguesa, pequeño-burguesa o proletaria. Un mismo hecho puede ser visto de diferente manera. El mundo del hombre está escindido, trastocado por relaciones estratificadas que por ser tales se desarrollan en el plano del conflicto y del dominio. El hombre escindido busca su unidad, el hombre enfrentado busca la fraternidad. Esta búsqueda puede ser realista o fantasmagórica. La propia explicación del presente orden de cosas existente puede tener una explicación ideológica o cierta. El sentido común nos muestra el aparente movimiento del sol alrededor de la tierra. Comprender el movimiento real no supone solamente ciencia, supone también una lucha ideológica. La revolución copernicana no fue automática, sino que supuso siglos de lucha política e ideológica y no se impuso en el mundo en virtud de su fortaleza científica sino una vez suprimida el antiguo régimen que había sustentado su dominio en las explicaciones dogmáticas y fantásticas.

En el presente artículo encaramos el estudio de la ideología partiendo de su definición como práctica social e intentaremos demostrar que este tratamiento es el más fructífero para el estudio del problema. No toda visión falsa de la realidad es ideología en la tradición marxista, así las religiones primitivas no constituyen tal cosa precisamente, la religión es ideología desde el momento en que surge la estratificación social clasista y aquella forma parte del aparato de dominio.
Filosofía e ideología en Marx

En los escritos de juventud Marx sostiene que la filosofía como práctica no es más que la expresión de una época determinada, es la explicación de una realidad y estaba llamada a desaparecer por la acción concreta de transformación del mundo. En la Ideologíaalemana, toda la producción teórica de la clase dominante, incluyendo la filosofía es denunciada por Marx como ideología. ”Los hombres se han forjado hasta ahora ideas falsas acerca de sí mismos, acerca de lo que son o deben ser". Los productos de la mente dominaron, pero ahora los propios filósofos se rebelan y proclaman la lucha contra la tiranía de las ideas llamando a la instrucción que responda a la esencia del hombre y al ejercicio de la crítica para que la realidad existente se destruya. ”Estas fantasías ingenuas e infantiles forman el núcleo de la novísima filosofía de los jóvenes hegelianos" (Marx-Engels 1974b p. 88). Marx denuncia que toda filosofía idealista es ideología porque pretende que las ideas cambian la realidad y menciona la fábula del hombre que creía que la gente se ahogaba en el agua sólo porque tenían metida en la cabeza la idea de la gravedad.

Pero Marx también fue filósofo y cabe preguntarnos ¿qué papel cumple la filosofía? Althusser trata de encontrar el sentido de la filosofía de Marx. Como sabemos, lo que reivindica de Marx es la obra más madura, El Capital, todo lo anterior tendría elementos hegelianos, es decir, idealistas y que hay que tomarlos como parte de un proceso de decantación del Marx científico. El Capital es en ese sentido la obra científica por excelencia de Marx.

Ahora bien, ¿hay lugar para la filosofía? ¿O toda filosofía no es más que ideología? El materialismo histórico tiene como su objeto el estudio de los modos de producción y las relaciones que surgen de procede este, procede por lo tanto científicamente. El materialismo dialéctico, que sería propiamente la filosofía tiene como objeto ”la historia del pensamiento", pero no en el sentido de la clásica teoría del conocimiento preocupada por las condiciones formales del conocimiento, sino que ”La nueva teoría solo puede ser una teoría de la historia de la producción de los conocimientos, es decir, una teoría de las condiciones reales" (Althusser 1970 p. 183). La problematización tradicional entonces cambia ”en lugar de plantear la cuestión de las garantías del conocimiento, plantea la cuestión del mecanismo de la producción de los conocimientos en tanto conocimientos" (ídem).

El materialismo dialéctico entonces estudia la totalidad de las relaciones que hacen al proceso de producción del conocimiento, los aspectos económicos, políticos e ideológicos. Pero no estudia todos estos elementos en sí, no estudia como el materialismo histórico las fuerzas productivas y las relaciones de producción, sino como éstas tienen que ver con el proceso de producción del conocimiento en cuanto conocimiento.

El materialismo histórico estudia el ”efecto de sociedad" de un modo de producción dado, el materialismo dialéctico estudia el ”efecto de conocimiento" de una práctica teórica determinada. (ídem). Lo novedoso de Marx sería entonces el aporte de la historia, la irrupción del elemento histórico como componente fundamental de la producción del conocimiento. Este paso según Althusser es revolucionario.

El objeto de la filosofía

”La filosofía no tiene objeto, en el sentido en que una ciencia tiene un objeto" (Althusser, 1985 p. 18). La filosofía no tiene un objeto propio como la patología, la anatomía, la física, la química. La filosofía estudia todo y nada, hasta la nada. El objeto de la filosofía es filosófico, ”es interior a la filosofía" (ídem.). El nuevo objeto de la filosofía, después de la revolución teórica marxista, según Althusser es, dejando ”de ser teoría del conocimiento, este nuevo objeto se ha transformado en teoría de la historia de la producción de los conocimientos". (Althusser 1970 p. 183) Desde el momento en que surge el conocimiento científico de la historia, la propia filosofía no puede desentenderse ni dejar de comprenderse en ligazón con la historia. Este es el aporte fundamental de Marx. No es preguntarse por las condiciones del conocimiento solamente, sino porqué en estos momentos es posible hacer esta pregunta, cual es la relación de este problema con la sociedad, la anterior y la actual. Desde qué posición social se hace la pregunta.

Entonces, la filosofía es respuesta a una situación determinada, es reflejo de la misma situación y es la insinuación del cambio probable del estado de cosas existente.
Desde Marx es posible pensar la filosofía no sólo como disciplina que está en la búsqueda de la verdad sino también como una disciplina con función social. A partir de este descubrimiento, la filosofía encuentra su nuevo objeto: transformar la realidad. Por eso su papel primordial es ”limpiar" el camino sembrado de ideologías y separar el trigo de la paja. Desnudar lo ideológico y mostrar el aspecto racional de todo planteamiento.

Desde la filosofía, entendida ésta como materialismo dialéctico, Althusser se propone abordar el problema de la ideología.

La primera tarea filosófica es justamente la demarcación, la distinción entre lo ideológico y lo filosófico propiamente dicho. Filosofía es una argumentación racional en forma de tesis, ya que no puede demostrar sus conclusiones a la manera de las ciencias. Sin embargo, procediendo con la tarea de demarcación, delimitación, la filosofía ”desbroza" el camino para el planteamiento correcto de un problema determinado. (Althusser 1985 p. 19-20).

Antes que nada es necesario precisar la función ideológica ”Una proposición ideológica es una proposición que, funcionando como síntoma de una realidad distinta de aquélla a la que se refiere directamente, es una proposición falsa por cuanto trata acerca del objeto al que se refiere" (Althusser 1985 p 20). Quizá el mejor ejemplo de esta desviación entre síntoma y objeto lo podemos ver en el propio Marx en la famosa Introducción a la Crítica de la Filosofíadel Derecho de Hegel en la que trata de la ideología religiosa.

Lo más conocido de la crítica de Marx a la religión es su consideración como ”opio del pueblo", sin embargo en el cuerpo del texto en consideración Marx afirma que el fundamento de la crítica a la religión es que ésta es producto del hombre. No del hombre individual, aislado, sino del hombre social, ya que el hombre es el mundo del hombre. Y produce la religión cono su conciencia invertida, complemento, deseo, consuelo y justificación. (Marx 1974 b p. 87). Feuerbach consideraba positiva la religión porque expresaba la esencia humana, el amor.

Para Marx era importante no sólo explicar la religión sino ver las causas por las cuales los hombres producían la religión. Este es el salto epistemológico importante, aquí es donde la historia penetra el proceso y permite separar el síntoma del objeto. La sociedad humana no es homogénea sino estratificada en orden a los medios de producción. En ella opera un mecanismo de convivencia, la sociedad civil y su forma política, el estado. Como la sociedad es estratificada, esta forma de convivencia opera como relaciones de dominio. Tal dominio no es la de un soberano que emerge de un pacto social. Se trata del dominio de la clase dominante a través de un aparato de poder. El mecanismo de poder entraña el aparato represivo propiamente dicho y otros dispositivos ideológicos que configuran el dominio.

La religión es uno de esos aparatos ideológicos ”Althusser dixit- que para Marx no constituía en principio un engaño deliberado de la clase dominante, la religión existe antes de las clases sociales, pero una vez aparecida la propiedad privada y con ella la sociedad de clases, la religión pasa a ser parte de los recursos con que cuenta la clase en el poder. La religión entonces es ideología porque anuncia un mundo fantástico, porque establece como estrategia la espera de ese mundo fantástico (de ahí su función de opio adormecedor) pero también actúa como síntoma que expresa el disgusto del ser humano con su actual condición de vida, de ahí que anhela la fraternidad universal y un mundo de libertad, de ahí que la religión es una ”protesta contra la miseria real" (ídem) que quiere superar.

Tomado como síntoma, la religión es un buen camino para entender los problemas humanos, tomado como programa y como método, la religión es ideología. Su proposición de denuncia de la miseria real, se torna proposición ideológica porque trata de encarar el problema como si fuera su objeto. ”La lucha contra la religión es por lo tanto la lucha contra aquel mundo cuyo aroma espiritual constituye aquella" (ídem). Para ello la filosofía tiene que ponerse ”al servicio de la historia". Y una vez ”desenmascarada la figura sagrada de la alienación de sí del hombre, desenmascarar esa alienación de sí en sus figuras no sagradas" (ídem.) Así queda libre el camino para el correcto planteamiento del problema, deja de haber problema religioso pues éste se trueca en problema político. La resolución no está en el cielo sino en la tierra.

No hay filosofía sin política

Lo mismo que un científico que desprecie la filosofía, al tratar de dar razón de su propia ciencia ya hace filosofía. Todo escéptico trata de justificar la aserción de su escepticismo. Todo relativista busca anclarse en algún punto de partida cierto para sentar su posición. Así como no es posible desembarazarse de la filosofía, tampoco lo es de la política.
”Porque al fin de cuentas, desde Platón, todos los grandes filósofos han hablado de política, y también todos los grandes filósofos burgueses, no sólo los materialistas sino aun los idealistas. Por ejemplo, Hegel. No lo decían, pero todos sospechaban más o menos que hacer filosofía es hacer política en la teoría; y tenían también el coraje de hacer política a rostro descubierto, hablando de política". (Althusser 1973 p 14-15)

La filosofía es política en el plano de la teoría, con la irrupción de la historia de las sociedades sabemos que todo pensamiento es producido en condiciones determinadas y para fines determinados. Puede o no tocar ciertos temas fundamentales, pero no puede ser inocente. Aristóteles podía no hablar de la esclavitud o podía justificarlo como lo hizo, en ambos modos era miembro del partido esclavista, formaba parte del grupo social que era mantenido por la forma de producción basada en el trabajo esclavo. Su filosofía está marcada por el afán de justificar la segregación entre los seres humanos.

En el plano más altamente teórico la filosofía es el intento de justificación o deslegitimación del proceso de producción del conocimiento. Por eso es eminentemente una práctica y, desde la modernidad en la que la escuela viene a ocupar el papel que antiguamente ocupaba la iglesia en su papel de guía ideológico, la filosofía tiene un papel central. No es casual el tremendo esfuerzo de Marx para comprender y criticar a Hegel y tratar de demostrar la estrecha relación entre su pensamiento y el orden social burgués que necesitaba ese pensamiento, laico, racional e idealista.

¿Que es la sociedad? ¿Cómo se construye la historia? Estas cuestiones tienen varias maneras de encararlas. Althusser considera la siguiente como una manera ideológica de plantear el problema: la historia es un producto del hombre, ¿por qué esta afirmación sería ideología? Porque no refleja la realidad. Decir el hombre no denota la sociedad, decir sociedad denota relaciones de hombres y éstas se dan en primer lugar alrededor de la infraestructura económica, de la posesión de los medios de producción. Desde la aparición de la propiedad privada, surgen la estratificación y la lucha de las clases. Entonces la historia no la hace el hombre, esto sería una abstracción ideológica sino las masas explotadas en su lucha contra la opresión y la contrarrevolución que provoca la resistencia. Las transformaciones la hacen las masas explotadas, pero no todas son capaces de producir la transformación. Sin embargo el conjunto de los explotados ligados o dirigidos por un sector de las masas explotadas dotado decapacidad de transformación, realiza la superación del estado de cosas existente (ídem p. 25). Ejemplos concretos: los esclavos constituían un sector explotado, pero incapaz de lograr su propia liberación. La burguesía durante la edad media constituía un sector oprimido pero dotado de capacidad para transformar su destino, ligado a los campesinos y proletarios, también explotados pudieron suprimir el antiguo régimen. Es de este modo como hace su aparición la historia real ligada a la filosofía. Así cobra nuevo sentido el entendimiento del tomismo como la filosofía de la edad media, el cartesianismo como la filosofía de la naciente burguesía y el idealismo como la filosofía burguesa en su etapa culminante.

El campo ideológico es objeto y lugar de la lucha de clases: ”los Aparatos Ideológicos de Estado pueden no sólo ser objeto sino también lugar de la lucha de clases, y a menudo de formas encarnizadas de lucha de clase" (Althusser, 2003). Marx entendió que la nueva sociedad que debía emerger de las ruinas de la sociedad burguesa no podía sustentarse en la filosofía idealista, por eso combatió al idealismo y a todas las corrientes de los socialismos utópicos, porque eran ideologías idealistas con rostro humano, con contenido ético humanista, es decir burgués y mezquino porque no cuestionaba de conjunto del orden burgués.

La lucha contra la ideología es una tarea práctica

En un primer momento marxiano, la producción de las ideas brota no de mentes individuales simplemente sino de procesos sociales. Las relaciones de producción condicionan también la producción de las ideas, visiones, etc. La condición es tal que en el capítulo I de El Capital asistimos a uno de los momentos a la vez teorético, político y metodológico más importantes de Marx a saber, el análisis de la forma mercancía.

Las cosas que nombramos no son tales, las cosas que llamamos mercancías no lo son de forma natural o mejor dicho, la forma de mercancía expresa nada más que una relación social determinada. Ahora bien, a la conciencia ingenua, esto aparece como una expresión natural, las cosas son mercancías, y aquí nadie está engañando a nadie. La forma mercancía no es un artificio burgués para engañar a las masas, no brota de una acción consciente para denominar falsamente a una realidad distinta. La forma mercancía es un producto natural de la sociedad mercantil. Así como la concepción geocéntrica del universo corresponde a una sociedad antigua, estática en la que el sentido común ilustraba con absoluta claridad que el sol hacía un rodeo para cruzar toda la tierra. A la nueva concepción heliocéntrica, si bien se sustentaba con absoluta claridad en demostraciones científicas, le llevó unos cuantos siglos y luchas derrotar a la vieja creencia.

La mercancía no brota naturalmente de las cosas. Estas, productos del trabajo del hombre cobran sentido en cuanto satisfacen necesidades humanas, es decir, son objetos útiles para el ser humano. En cuanto representan cosas útiles, las cosas poseen valor de uso. Las cosas tienen este valor de uso desde que existe la humanidad, en cambio adquieren la forma mercancía, es decir, adquieren un nuevo tipo de valor, valor de cambio en un estadio determinado del desarrollo histórico.

¿Qué es lo que aporta el valor de cambio? No aporta nada al producto, el producto por ser tal adquiere el valor de cambio en virtud de la sociedad productora de mercancías. En la sociedad capitalista se trastrueca el fenómeno del valor, aparece el valor de cambio, es decir la forma mercancía como natural del producto. Aparece como propiedad de los objetos. Pero esta transposición no es caprichosa, no ha sido producto de la voluntad, sino producto de determinado tipo de sociedad, es decir, de determinado tipo de relación social.

Ahora bien, este estudio de la ideología como producción del fetiche entraña un tremendo problema. La desideologización no es posible de manera individual, o por lo menos, darse cuenta de una realidad ideológica no tiene efectos sociales. La consideración de las cosas como bienes útiles y no como mercancía sólo será posible con la transformación de la sociedad y no producto de un cambio en las ideas.

Lo que Marx descubre con el análisis de la mercancía no es sólo que ésta existe por una relación social y que sólo constituye una relación social, sino que la desaparición de la mercancía no será producto de la voluntad de las personas, ni producto de un desarrollo de la teoría del conocimiento, sino de la superación de las condiciones que producen la mercancía. Es en este sentido que la filosofía puede realizarse en plenitud transformando la realidad, pero no sólo en su función crítica, sino práxica. La crítica de las ideas no transforma, la crítica de la praxis social es la partera de la sociedad. Por eso filosofía y política están unidas, tiene un papel en el combate a las ideologías que legitiman el orden existente, y otro fundamental es la tarea política, es decir, de lucha en el plano teórico en orden a la transformación de la humanidad.


A modo de conclusión
En general en el marxismo imperan algunas afirmaciones centrales que recoge y desarrolla Althusser. Primera afirmación: existe ideología desde el momento en que surgen las clases sociales.
Segunda afirmación: las ideologías desaparecerán no por virtud de un esfuerzo gnoseológico o de los hallazgos científicos y filosóficos sino por efecto de la supresión de las condiciones que producen la ideología: la sociedad de clases.

Tercera afirmación: el gran peligro al analizar las ideologías es tomarlo como conjunto de ideas directrices o cosmovisiones mentales. Es por eso que Marx en su madurez utiliza el concepto de fetichismo porque ésta se acerca más al núcleo del problema: la práctica tal como lo señala Althusser. Es un conjunto de prácticas sociales de las cuales emanan las ideas como superestructura.
La ideología no es una deliberada mentira necesariamente, la defensa de una determinada posición social conduce a una cosmovisión. No podemos dudar de la honradez intelectual de Aristóteles o de Platón en su consideración sobre la esclavitud. Tampoco es necesario realizar una crítica de tipo ético, sino un análisis crítico de tipo filosófico-histórico.

Pongamos un ejemplo actual, el problema de la crisis económica mundial originada en los EE.UU. Los grandes economistas discuten dos cosas: libertad de comercio o intervención estatal. La ciencia económica empieza y termina en esas dos posibilidades. Así Krugman empieza con la idea de dar marcha atrás a la teoría económica que dominó toda la era Reagan-Thatcher ”Cuando Friedman inició su trayectoria como intelectual público, había llegado la hora de llevar a cabo una contrarreforma contra el keynesianismo, y todo lo que eso conllevaba. Pero lo que el mundo necesita ahora, diría yo, es una contra-contrarreforma." (Paul Krugman 2008 a)

Ni siquiera hace una crítica a fondo, simplemente dice que la teoría del premio Nóbel Friedman ya no va ahora, pero fue necesario hace un tiempo.

”Está políticamente de moda despotricar contra el gasto estatal y pedir responsabilidad fiscal. Pero ahora mismo, un mayor gasto estatal es justo lo que el doctor receta, y las preocupaciones sobre el déficit presupuestario deben ser dejadas en suspenso" (Paul Krugman2008 b). Es decir, hay que hacer lo opuesto de lo que el FMI y el Banco Mundial han venido sosteniendo por décadas.
Ahora bien, Krugman, otro premio Nóbel de Economía 2008, no atisba a hacer la pregunta fundamental: ¿es aun viable el capitalismo? Si cada crisis importante provoca guerras y destrucción de fuerzas productivas como la ocurrida en la segunda guerra mundial (después del crack de 1929-32) ¿es improbable que ocurra lo mismo en los próximos años? ¿Es racional el capitalismo? ¿Es impensable otro tipo de sociedad?

La ideología no es sino incapacidad de ver la realidad. La visión correcta de lo que ocurre no está en los premios Nóbel, en la erudición de los grandes académicos, sino en aquellos sectores que sufren el sistema, que lo ven como inhumano e irracional y pretenden transformarlo. La visión ideológica está en aquellos que dicen: el sistema funciona bien, lo que está mal es la intervención de los gobiernos, la falta de regulación, etc.

Esto no quiere decir que adoptamos una posición espontaneista del conocimiento, sino que apelamos a la historia. El giro copernicano ya se ha dado, el mundo deberá adoptar una nueva visión cósmica. Cuando la burguesía apeló a la razón y al individuo quedó superado teóricamente el antiguo régimen, pero debió hacerse la revolución francesa. La burguesía hoy decadente defiende su sistema a costa de la miseria de millones y el despilfarro de los recursos naturales, se le enfrenta una clase que no tiene nada pero que sostiene toda la producción del mundo y que es moderna y ávida de progreso y bienestar. Progreso y bienestar que produce pero que no goza. Teóricamente la sociedad capitalista ha sido superada, pero aun hace falta la crítica práctica con lo que la filosofía como la comprensión racional de la realidad se verá realizada.


ángel Estigarribia

30 de diciembre 2009

Bibliografía

Louis Althusser Curso de filosofía para científicos Barcelona, Planeta-Agostini, 1985
Materialismo histórico y materialismo dialéctico En VV.AA. El proceso ideológico. Buenos Aires. Ed. Tiempo. 1970. 173-196
Para una crítica de la práctica teórica. Respuesta a John Lewis Buenos Aires, Siglo XXI, 1973
Ideología y aparatos ideológicos de estado En Slavoj Zizek (comp.). Ideología. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2003 pp. 115-155
Karl Marx El Capital I Madrid, Folio, 1999.
Karl Marx Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel En Kurt Lenk. El concepto de ideología.Buenos Aires, Amorrortu, 1974 pp. 87-89.
Marx, Carlos-Engels, Federico (a) La ideología alemana En Marx, Carlos / Engels, Federico.Obras escogidas, Moscú, Editorial Progreso, 1974, Tomo I pp.7-81
Marx, Carlos-Engels, Federico (b) Prólogo a la Ideología Alemana En Kurt Lenk. El concepto de ideología .Buenos Aires, Amorrortu, 1974 p. 88.
Marx, Carlos-Engels, Federico (c) Las tesis de Feuerbach En Marx, Carlos / Engels, Federico.Obras escogidas, Moscú, Editorial Progreso, 1974, Tomo I pp. 7-10
Francisco Miró Quesada Los mecanismos de ideologización de las teorías En Escritos de filosofia 2, Año 1 Buenos Aires,Julio-Diciembre 1978 pp.11-25
Paul Krugman (a) ¿Quién era Milton Friedman? www.elpais.com 19/10 /2008
Paul Krugman (b) La hora de la política fiscal www.elpais.com 19/10 /2008
Kurt Lenk El concepto de ideología Buenos Aires, Amorrortu, 1974
Georg Lukács Historia y conciencia de clase. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1970.
Adam Schaft El marxismo y la problemática de la sociología del conocimiento En En VV.AA. El proceso ideológico. Buenos Aires. Ed. Tiempo. 47-82
Slavoj Zizek (comp.) El espectro de la ideología En Slavoj Zizek (comp.). Ideología. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2003 pp. 7-42
Eric Volant El hombre (confrontación: Marcuse/Moltmann) Santander, Sal Terrae, 1978



Comentarios sobre este texto:




Condiciones de uso de los contenidos según licencia Creative Commons

Director: Arturo Blanco desde Marzo de 2000.
Antroposmoderno.com © Copyright 2000-2021. Política de uso de Antroposmoderno