ECONOMIA Y SUBJETIVIDAD

Jairo Gallo A.*

Publicado el: 21/04/07

    



El premio Nóbel de ciencias económicas (2002) no debe ser un hecho aislado y carente de importancia para cualquier persona (independientemente de su profesión o trabajo y menos para la academia o los académicos) ya que la economía, queramos o no, nos implica a todos al estar relacionada con la utilización de bienes, tiempo, trabajo, o cualquier cosa.

 

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ECONOMIA Y SUBJETIVIDAD

Jairo Gallo A.*

¨ No hay una probabilidad a priori. El hombre es un extraño enigma ( ...) mientras que el individuo aislado es un rompecabezas insoluble, colectivamente se convierte en una certidumbre matemática. Por ejemplo, no es posible predecir lo que un hombre hará, pero puede decirse con precisión qué se dispone a hacer una muestra promedio. Los individuos varían, pero los porcentajes permanecen constantes...¨
Sherlock Holmes. El signo de los cuatro.


El premio Nóbel de ciencias económicas (2002) no debe ser un hecho aislado y carente de importancia para cualquier persona (independientemente de su profesión o trabajo y menos para la academia o los académicos) ya que la economía, queramos o no, nos implica a todos al estar relacionada con la utilización de bienes, tiempo, trabajo, o cualquier cosa. Pero la escasa publicidad que recibió este premio hace unos años en nuestra región no permitió reconocer que esta adjudicación fue otorgada a dos investigadores de la psicología, uno llamado Vernon Smith, profesor de la Universidad George Mason y a Daniel Kahneman, profesor de la Universidad de Princenton.

La contribución de Smith ha sido principalmente construir y promover el desarrollo de una economía experimental para probar hipótesis y teorías económicas (y así quitarle el carácter divino que tienen algunas teorías que andan por ahí). El premio de Kahneman le fue concedido por haber integrado elementos de la investigación en psicología a la ciencia económica, principalmente el que tiene que ver con la toma de decisiones bajo incertidumbre.

Lo que hay que resaltar de este premio es que se viene gestando una tendencia por parte de la academia sueca en darle una mayor importancia a los trabajos que relacionen la economía con las instituciones, las normas sociales, la ética, la libertad, etc. Y lo podemos corroborar en los premios anteriormente otorgados a Nash, Sen y Stiglitz. Donde se cuestiona desde la toma de decisiones (Nash), la racionalidad la desigualdad y la pobreza (Sen) o la información (Stiglitz). Elementos que para muchos no tendrían nada que ver con la economía (encargada de números y estadísticas según la creencia general), pero que sí lo son para la academia, incluso para llegar a galardonar con el premio Nóbel en 1998 a Amartya Sen, una especie de economista filósofo que ha tratado que la economía no se desligue de una ética, criticando las posturas "racionales" de la economía clásica, influenciadas por el auge del positivismo a finales del siglo XIX y comienzos del XX, la Escuela de Viena y el racionalismo crítico de Karl Popper entre otros.

Sen, llega a decir que esta racionalidad de la economía es tonta (tontos racionales es uno de sus artículos famosos) por desconocer la ética, o como él mismo dice:" el ser libre de ética en la economía", con la idea de que el ser al estar libre de ética es "libre de conflictos", algo que para este pensador es oscuro "por razones que resultan algo oscuras, el ser "libre de valores" o "libre de ética" se ha identificado frecuentemente con el estar libre de conflicto interpersonal" (Sen, A; 1996)

Estas ideas no son otra cosa que juicios de valores que se convierten en razonamientos objetivos cuando todos están de acuerdo: "La suposición implícita parece ser que si todos están de acuerdo sobre un juicio de valor, entonces no es un juicio de valor en absoluto, sino algo perfectamente objetivo." (Sen, A; 1996)

Estos postulados de Sen son una crítica a la economía positiva (por positivista y que tuvo como uno de sus principales exponentes a Milton Friedman en la década del 50), en donde se desarrolló la necesidad de una teoría económica que trabajara con supuestos despersonalizados para que se pudiera representar un modelo de universo lo más amplio posible. Partiendo de la idea de un hombre capaz de elegir libremente (hombre de la ilustración: libertad, igualdad y fraternidad) elección que iba a estar regida por el principio del máximo placer (bien), que estaría dirigida a su deseo de alcanzar la felicidad por medio de la adquisición de bienes y su consumo. Este era un ideal del "bien" y fue el único criterio que prevaleció del ”bien" durante décadas, tanto que la calidad de vida se mide en relación a su bienestar económico aludido al ingreso per cápita, es decir el ingreso que percibe una persona para satisfacer sus necesidades básicas y de consumo, desechando otros criterios por no corresponderle a la ciencia económica, incursionar en otros criterios de "bienestar ", por no ser estos objetivos.

Según lo anterior si el ingreso per cápita de un país o una región crecía, la calidad de vida de los habitantes de esa región mejoraban o poseían un mayor "bienestar". En la actualidad los economistas colombianos siguiendo estos principios no se explican como un país como Colombia a pesar de los últimos años de ”crecimiento" económico la calidad de vida no mejora para sus habitantes, creo que habría que leer un poco las explicaciones del chileno premio Nóbel alternativo de economía en 1983 Manfed Max Neex en donde critica ese indicador de crecimiento, confundido por muchos con el de desarrollo social ”en toda sociedad hay un período en el cual el crecimiento económico conlleva a un mejoramiento de la calidad de vida, pero solo hasta cierto punto, el punto umbral. Cruzando éste, si hay más creciendo se comienza a deteriorar la calidad de vida" (Max Neef, 2005). En Colombia seguimos insistiendo en el crecimiento económico como único indicador para medir la calidad de vida, a pesar que la realidad social nos dice otra cosa: desempleo, pobreza, corrupción, violencia, etc. Es por eso que Max Neef llega a decir que esa manera de ver la economía la ha transformado en una disciplina incompetente.


Siguiendo con Sen, este comienza a preguntarse por el significado de "bienestar" en singular, para cada quién o para cada quién en un determinado momento de la historia, Donde el bienestar se logre a través de diversas combinaciones de "funcionamientos" que junto con algunos logros primarios tales como "estar bien alimentado, tener un techo decoroso, tener salud", debe incluir otros elementos de naturaleza psicológica, tales como " poder elegir sus propias opciones, poder presentarse en público sin vergüenza, tomar parte en la vida comunitaria, etc." Y estos funcionamientos, para Sen, tienen un valor que van más allá de las preferencias reveladas por el consumo o los indicadores de ingreso o producto.

Las personas deben contar con un conjunto de capacidades que representan la oportunidad que tiene cada quien para lograr el bienestar. "Y, por tanto, ese conjunto de capacidades representan la verdadera dimensión de la libertad de una persona. Se es más libre cuando se cuenta con más herramientas para lograr una vida plena, feliz".

El valor de los recursos (bienes) depende de las oportunidades que permiten tener la misma cantidad de recursos (que sería algo justo) pero que no asegura que las personas con esos mismos recursos puedan lograr el mismo bienestar; porque "los individuos difieren en su capacidad de convertir recursos en funcionamientos".

En un país como Colombia que se encuentra entre los más inequitativos de Latinoamérica (tercero después de Haití y Brasil) sus habitantes inicialmente no pueden tener las mismas oportunidades de tener la misma cantidad de recursos y muchos menos de convertir esos recursos en funcionamientos, y un ejemplo de eso es la educación, donde no todos los jóvenes terminan el bachillerato y pocos acceden a la universidad, y de esos, muy pocos llegan a terminar sus estudios.


Independientemente que estemos de acuerdo o no con los planteamientos de Sen, lo importante de estos es que permiten analizar la economía más allá de números o cifras con el supuesto de ser "objetivos", olvidando que esos números y cifras eran producto de construcciones sociales realizadas por sujetos en un determinado momento.

La economía no funciona por leyes naturales como creyeron muchos y siguen creyendo (algunos de los ministros de economía de Colombia lo siguen creyendo), es por eso que algunos premios Nóbel en ciencias económicas en los últimos años han sido entregados a investigadores que provienen de las ciencias sociales o que han logrado relacionar la economía a la psicología, la filosofía, la sociología. En el caso del premio Nóbel (2002) Daniel Kahneman que ha enriquecido (para usar términos económicos) la teoría económica con conocimientos psicológicos sobre motivaciones individuales descubriendo que las decisiones en tiempos de incertidumbre pueden tomar "atajos heurísticos", que sistemáticamente varían de los principios fundamentales de la teoría de probabilidades. Rompiendo con la visión tradicional de que la economía es una ciencia meramente racional y que las decisiones de las personas en materia económica eran guiadas por la razón.

Vemos cómo las decisiones económicas no pueden estar desvinculadas de lo cultural, lo psicológico, lo político, etc; es decir, de lo subjetivo, la economía esta atravesada por la subjetividad por la simple razón que esta hecha por sujetos, de sujetos incapaces de ser objetivado completamente, por lo tanto no encasillable en ninguna ley natural, llámese económica, física, química o genética.

Encasillarlo haría más fácil las cosas, daría explicación a muchos hechos y lo que es mejor, nos dejaría tranquilos al no indagar más sobre nuestra posición en un sistema donde cada día nos convertimos más en objetos que en sujetos.

Menos mal que el sujeto esta ahí para decir ¡No! a esa generalización, donde su singularidad le coloca un punto de excepción a la masificación de una economía con pretensiones universalizadoras, o mejor dicho "globalizada"(que no es lo mismo) imperante en los últimos años y de la cual nosotros estamos convocados a decir algo desde los diferentes saberes y uno de esos es el psicoanálisis.


NOTAS

* Psicólogo. Estudios de Maestría Universidad Argentina John F. Kennedy. Docente Facultad de Psicología. Universidad Cooperativa de Colombia. Sede Bogotá.

Max Neef, M (2005) Entrevista a Un periódico, No 78. Domingo 24 de julio de 2005. Publicación de la Universidad Nacional de Colombia.

Sen, A (1996) Elección Colectiva y bienestar social. Alianza. Madrid. Página 78






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